Canastas sustentables para ayudar al medio ambiente
En Querétaro, justo en el Pueblo Mágico de Tequisquiapan, hace año y medio quedó prohibido el uso de las bolsas de plástico desechables. Manuel Trejo Pacheco es originario de este estado y con satisfacción asegura que las canastas de vara y de mimbre representan una de las mejores alternativas para suplir las bolsas de plástico.
Desde el 30 de enero y hasta el 2 de febrero, Manuel participa en la Primera Feria de la Canasta, que se realiza en el Monumento a la Revolución. Allí exhibe las canasta que produce desde hace 25 años, por herencia familiar.
Actualmente Manuel es propietario del Taller artesanal Querencia y Media Luna. "Mis papás eran artesanos, nosotros nos hemos dedicado a innovar los productos que anteriormente se fabricaban, a raíz de que la modernidad nos ha rebasado", manifesta.
Desde la Plaza de la República donde expone una variedad de canastas, en la feria que organiza el Gobierno de la Ciudad de México, a través de las Secretarías de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes (SEPI) y del Medio Ambiente (Sedema), resalta que a raíz de la prohibición de las bolsas desechables la venta de canastas incrementó en Querétaro.
"La gente utiliza sus canastas para trasladar el mandado, el pan, la verdura, entre otras cosas y el uso de este producto sustentable ha incrementado, lo que se traduce en la adquisición de más piezas y una mejora económica", agrega.
Platica que detrás de la elaboración de una canasta, como las que se exhiben en la feria, a un bajo costo, hay un proceso interesante: "Diariamente participamos de 10 a 12 personas en la elaboración de los productos, utilizamos solamente fibras vegetales, para la elaboración y las distribuimos a todas las partes de la república como Monterrey, Ciudad de México, San Luis Potosí y Guadalajara.
Argumenta que uno de los beneficios ambientales que hay al utilizar las canastas en lugar de las bolsas de plástico desechables es que se reducen los índices de contaminación, no sólo en la capital sino también en el planeta.
"Al adquirir una canasta les va a durar de 4 a 5 años, dependiendo el cuidado que le den, lo que no pasaría con las bolsas de plástico que se compraban y desechaban en instantes. Además está el hecho de que las fibras vegetales que se utilizan son de origen natural y se protege al medio ambiente", precisa el artesano.